Desde nuestra Cofradía queremos condenar rotundamente la persecución que está sufriendo la Iglesia Católica en Nicaragua y nos unimos en la exigencia de libertad inmediata del Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez y de sus acompañantes.
Pedimos a Nuestro Padre Jesús Nazareno que ponga fin a los ataques que está promulgando el gobierno nicaragüense contra los católicos de este país hermano, y como señala el Cardenal Omella, «pedimos a quien corresponde velar por el bien de los ciudadanos nicaragüenses, la libertad de todos sus acompañantes y, en general, de todo el pueblo sumido en estos tiempos en una dolorosa falta de libertad».